lunes, 28 de junio de 2021

Retrato de un auxilio

Como parte del último reto de este viaje de aprendizaje sobre la igualdad entre mujeres y hombres, recurro a mi creatividad, a mi neurona intranquila, a mi querida poesía. Es por ello que elijo la opción 2 y les regalo un poema de mi autoría (recién salido del horno), dedicado a un tema que sigue pidiendo auxilio: la violencia de género. Un comportamiento machista que dista mucho de la ansiada igualdad y mella los pasos contados que traspasan los velos androcentristas . Yo me sumo al cambio mediante mi Retrato de un auxilio.


Quiero limpiar las lágrimas que pixelan tu rostro,

un rostro pintado de rojo, rojo golpe, rojo chillón, rojo cruel.

Quiero ser tu paraguas bajo la lluvia de sensaciones que habitan tu mente,

una mente asustada de sus propios pensamientos,

pensamientos que quieren ahogarse en el agua y poner fin a todo.

Quiero borrar tu reflejo marchito en el espejo,

un espejo testigo del después, de la esperanza ausente, del adiós.

Quiero sanar las heridas camufladas de lo que pasó hace dos días,

dos días que no tendrán un siguiente.

Quiero enseñarte el verdadero valor de una promesa,

una promesa de cambio, sin grilletes verbales, sin dolor.

Quiero ser tu esperanza, esa que has perdido en palabras desiertas,

una esperanza que te han quitado por tu género.

Sólo quiero el espacio donde aceptas el hecho de que soy real,

soy real cuando digo esto y también cuando lo escuchas.

Sube conmigo esa escalera que está por venir.

Seré tu impulso cuando no tengas fuerzas y te daré la mano si el escalón es más alto.

No silencies el blanco y negro de tu vida,

no dejes que la acromatopsia de la violencia te ciegue a otros colores.

No dudes de tus fuerzas, eres grande, eres increíble.

Tú eres luz sin hacerle a nadie sombra.

Eres posibilidad, no garantía.

Repite conmigo:

Necesito caminar sin zancadillas

que si tropiezo alguien me atrape sin poner peros

necesito caminar tranquila y con más millas

sin tener un cronómetro que llegue al cero.

De repente, te veo hacerlo: confiar en un futuro sin lágrimas, confiar en mi.

Y te acercas con el aliento agitado y el paso cansado,

sonríes, sabes que lo has logrado, 

sabes que ya no hay materia oscura en tu paz sino polvo de estrellas. 

Eres libre y te dejas llevar.

Y yo, sin ganas de esperar,

abro mis alas, te acurruco y vuelo.


3 comentarios:

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